Tuesday, February 28, 2006

Ay, mi brother

Acojonante. Mi brother siempre se ha parecido a alguien, y eso que es único el tío. De pequeño era clavao a uno de Cuenta conmigo, o eso me parecía a mí. Luego hubo otros parecidos razonables, pero se perdieron en la marabunta de risas hasta que se estrenó Trainspoting y todos acordamos que era el Renton del country. Esa leyenda negra le acompañó varios años, pero llegó Buenafuente y nos presentó al nuevo doble, el Neng. Mi brother es camareta del único bar decente de mi pueblo, donde recibió en dos semanas dos regalos iguales, un muñeco del Neng como el que sostiene en esta foto. Era obligado que en Carnaval se disfrazara del subsodicho, pero vamos, que no le hizo falta nada más que ponerse ropa que no pega una mierda entre sí, calzarse las gafas más estridente que tenía y pedirle a su sister que le pintara patillas con la raya del ojo negra que tenía (de ahí mi compra de una raya nueva, "para fuera del ojo"). Y como está tan mono y orgulloso de su estilazo, pues hala, aquí comparto la instántanea, porque lo vale.

Monday, February 27, 2006

El hombre, lobo para el hombre

A veces creo que somos verdaderas armas andantes, como ollas a presión a punto de estallar. Sobre todo si llevo unos días pensando que tengo todo el smog oriundo de Los Ángeles dentro de la cabeza, con toda esa neblina densa que no deja pensar con claridad. Hoy tenía que sacar pasta y comprar tabaco en el intercambiador de Moncloa porque luego el bus me deja en mi casa, que no tiene una tienda, ni un bar ni nada a menos de medio kilómetro a la redonda. Primer cajero jodido, segundo operativo, bueno, bien. Estanco con una cola del copón, menos mal que tiene máquina, vamos a cambiar dinero en la tienda de golosinas donde no me dejan ni comprar unos chicles porque no tienen monedas “Vale!, gracias” (será embustera!). En el bar tampoco tienen cambio, "Vale!, gracias" (serán capullos!), así que opto por irme al Yves Rocher a comprarme una chorrada. En la tienda de cosméticos veo una crema en un frasco que pone "Pilling" a 3 euros, y le pregunto a la tendera que qué es eso: “Es un pilling”, me dice muy seria. “Ya, pero es que no se lo que es un pilling”, respondo educadamente (pero bueno, por qué coño me miras como si fuera un bicho raro?). “Pues es exfoliante”; “Ahhhh, pues ponme uno” (qué coño es exfoliante?), “y una de esas rayas negras de ojos”. “Para dentro o para fuera del ojo?”; “Pues no sé, para fuera” (pero qué mierda estás diciendo?). Me cobra 9 euros, y me devuelve 1 y un billete de 10. “Me puedes cambiar el billete de diez?”. “Es que no tenemos cambio”. “Vale!, gracias”, (que yo sólo quiero comprar tabaco, hostia!). Recuerdo que hace tiempo colgué varios post sobre procesos paralelos. Hoy creo que lo realmente interesante son los subprocesos, esos que no nos atrevemos a desencadenar ante ciertas situaciones por desproporcionados, porque sabemos que es lunes, que la gente está más o menos como tú y que somos verdaderas armas currelantes a punto de estallar.

Thursday, February 23, 2006

Diosas del hielo

El patinaje y la vida. Siempre que pillo una competición en la tele me quedo enganchada a tope. Hoy echaban la final de los juegos de Turín, femenino e individual. Increíble por muchas cosas. La música, que siempre escogen unos temazos clásicos bestiales, cómo giran la cabeza, mueven las manos, doblan la espalda y consiguen que te fijes en su forma de bailar, casi olvidándote de que están patinando con una rapidez deslumbrante sobre dos filos de navaja encima de la pista más resbalizada que existe. Hacer lo complicado fácil, algo muy difícil y deseado en la vida. Y otra cosa que a mí casi me obsesiona, se tiran un año entero, como mínimo, para preparse el programa corto. Caídas, roturas, heridas, y en un segundo, cuando van a hacer el triple axel, esas diosas del hielo se lo juegan todo. En un minuto te cambia la vida, como cuando los mortales esperamos una llamada de teléfono o nos desarman con una mirada o una frase. Sufro de verdad cuando se caen y disfruto a tope cuando ejecutan tres piruetas seguidas de esas que parece que se van a romper las piernas. Esta vez no ha sido la rusa la ganadora, Irina Slutskaya, se cayó aunque a los dos segundos hizo una bestiada que a mí por lo menos me hizo olvidar el hostión. Pero es que la campeona, Shizuka Arakawa, ha bailado de lo lindo, parecía algo en lo que a veces apetece convertirse, algo tan ligero como una pluma y tan fuerte como el acero. La japo se sale.

Essssaaaaaaa!

Perlas se encuentran en todos lados, también en el camino. Ayer lució una, pero ha sido hoy cuando más hemos flipado con ella, al comentarla y reflexionar, como cuando sales de marcha y no sabes qué mola más, si la noche o la tarde siguiente cuando te juntas de nuevo con los colegas y comentas la jugada, y descubres perlas que no viste a las 6 de la mañana. Entre risas y risas, que no funciona el ordenador, que me meto contigo, que yo más, jjaja, una compi de curro, con toda la gracia de Córdoba, soltó la frase más nihilista que he oído en mi vida: "A mí me mataron cuando nací". Casi casi tan bonito como la mezquita, joder.

Tuesday, February 21, 2006

El peliculón de Antena3

Y esta vez el anuncio iba en serio. Nunca había visto La Junga de Cristal, otro error garrafal. No se que me ha gustado más, que Bruce Willis vaya toda la peli descalzo, el poli negro tío de Urkel y bueno hasta la médula que dice frases como "maté a un niño; cuando entras en el cuerpo te enseñan todo lo necesario para ser un buen poli, menos cómo vivir con eso a cuestas"; que los malos sean de Alemania Oriental, que el chivato que tira los tejos a la mujer del prota sea cocainómano, que den la receta de los donuts por la línea de walkies del FBI, el periodista imbécil que no deja de decir a su cámara "¿has grabado eso?" o que suene el Himno de la alegría cuando parece que ganan los malos y al jefe de la banda le acarie el pelo el aire como si estuviera en un anuncio de Pantene. Y el final, bueno, no digo nada por si se lo jodo a alguien, pero vamos, la leche. Die Hard!

Retirarse a tiempo era una victoria no?

Es malo con pecao y se merece esto y más. Le odié a muerte cuando salía a contar cuentos, pero es que ahora quiere hacer reír. Y encima en un programa de Florentino, uff, que carga un montón este hombre. Ya se que con no verlo ya está, pero es que seguro que me puede la curiosidad y lo pongo el primer día, y pasaré uno de esos momentos de vergüenza ajena crueles y estúpidos que tengo viendo la tele. Como encima vivirá en un búnker el tío, en un lugar indeterminado sin dirección conocida, no le podré enviar la factura del cenicero que seguramente estrellaré contra el suelo de los nervios que me van a entrar en cuanto diga dos frases. Maquiavelo era un santo a su lado.

Monday, February 20, 2006

Prometeo replicante

Abstracción total hoy en el metro, conseguida con la ayuda de un par de cañas rápidas y gracias a un pasaje que ha entrado en mi cabeza como un auténtico tren destruyendo a su paso todo lo demás que había dentro (¿qué ceno hoy?, ¿echarán alguna peli en la tele?, ¿se me ha olvidado otra vez coger el móvil?). Un parón en una estación, no se cuál, y una risa que a mí me ha parecido la de los muñecos que se fabrica J. F. Sebastian para no sentirse solo cuando llega a casa de diseñar replicantes. El culpable de todo, Rafael Argullol, el primero de los escritores que cuentan qué les sugiere Blade Runner ("Blade Runner", Varios Autores, Fábula, Tusquets Ediciones, cinco eurillos).
"Prometeo está solo. Todo el tiempo está solo, con la excepción de la presencia fugaz de fuerzas numinosas. Y, como tenue intervención humana, la danza atormentada de la errante Io. Prometeo permanece en el escenario más escueto que se haya podido concebir. Pero la sabiduría de Esquilo estriba en su capacidad de enriquecer del modo más absoluto esta aparente precariedad. Este escenario, casi reducido a la nada, contiene el todo. A los hombres y a los dioses, al cosmos, trabajosamente forjado en medio de violencias, y al caos, sombra acechante que envuelve el pasado y el porvernir. Contiene, además, la poderosa inteligencia de la ley fundamental: el mundo busca su justicia a través de catástrofes porque en cada catástrofe brota la semilla de una ulterior perfección".

Wednesday, February 15, 2006

No nos lleven a la radio

Mi progenitor y yo hemos recobrado el gusto por las conversaciones dialécticas que siempre quedan al borde de la discusión, y a veces lo sobrepasan. Una costumbre que habíamos dejado de lado y hemos vuelto a recuperar para la cena, con lo que uno de los dos termina su disertación siempre con la sentencia "joder, me voy a tirar la basura". El otro día el tema era Paul Macarney. Mi vieji es de John Lennon, pero aún asi para él Los Beatles son lo más (aunque prefiera a Los Rolling), y por eso le mola el Paul. A mí el tío es que me da un asco que pa qué, con lo que la fiesta estaba montada y nos partimos el culo un rato con frases del todo extremas como: "El mejor compositor de rock, casi como Mozart lo fue a la música clásica" y "estás anquilosado en la cultura occidental, a saber qué compositores hay en África", o peor aún, "Yesterday es una canción que se la pongas a quien se la pongas emociona a todo el mundo" y "Paul era una nenaza entonces, molan más los Love o Jimmy Page, y sigue siendo nenaza y además vende su pena por Linda desde hace años". Al final convenimos que fue grande porque estaba en el sitio adecuado en el momento preciso, aunque eso sí, el tío es bueno y es un pesao de kilo.
Hoy ha surgido el tema del desfile de David Delfín, que ha sacado a las modelos con brazaletes negros y rojos y a ritmo de marcha militar por Cibeles. "Ese tío es jilipollas, va de anarquista y luego utiliza símbolos fascistas" y yo: "Lo que mola es que se utilicen esos símbolos en algo tan bobo como un desfile, quiere decir que no significan nada", y de ahí a pajas mentales sobre el provocar por provocar y qué coño quería decir Buñuel en "Un Chien andalou", todo o nada en particular.
La leche, divertido es un rato el ejercicio y además que sabemos que hablamos un poco al pedo, como en las tertulias de la radio. Ya se sabe, de tal palo tal astilla.

Monday, February 13, 2006

Walt nos mintió a todos

Truculencias hay en todos lados. El otro día eché gasolina en uno de esos raros surtidores que hay en medio de una calle de Madrid, y no funciobaba bien el marcador, por lo que el señor a cargo del surtidor me estuvo explicando el por qué del fallo, solo "a modo de comentario", como decía él. No recuerdo bien cómo de eso pasó a hablarme de que habíamos perdido la humanidad y que el mundo estaba hecho polvo, muy sincero el hombre, así que le di coba. Y entonces fue cuando soltó lo que me pareció una truculencia: "Es como lo del aborto, que aunque lo quieran disfrazar y poner bonito, no deja de ser matar a un niño". Toma ya. Como no le podía dar la razón le miré fijamente y le dije "¿tú crees?". Por supuesto que lo creía, y además cuando ya estaba montada en el coche y con el motor en marcha me seguía contando la historia de un amigo suyo que fue a adoptar un niño a Rusia y ahora el niño era un demonio y no se qué más. Seguramente el señor, sin saberlo, le ha contado a sus hijos historias que en su origen eran de lo más truculentas. Y es que, gracias a una embarazadísima profesora del CAP, ahora sé que en la versión primigenia de Blancanieves ésta se casa con una enanitA y luego la deja y se va con Mudito, y en Caperucita Roja la niña se desnuda antes de meterse a la cama con el lobo y luego tiene hambre y se come a su propia abuelita (juro que es cierto, hay libros de una autora muy bien documentada que lo cuenta, se llama V. Pisanty). Y una que en su tierna adolescencia se creía subersiva por escuchar a La Polla y sus Siete Enanitos!

Thursday, February 09, 2006

Me rayo

Yo tengo los párpados marrones. Es así, no hablo de ojeras (aunque aparecen de vez en cuando, como le pasa a todo el mundo), a mí todo el cansancio se me concentra en los párpados. Recuerdo que una vez una amiga me dijo que le gustaba mucho mi sombra de ojos, qué cuál era. Cuando le dije que no usaba nos estuvimos partiendo el culo un rato, porque atribuyó la anomalía al medio talego diario que me fumaba por aquel entonces. Pero cuando dejé aquella costumbre el marrón seguía ahí. Quizá L’Oreal me podría ayudar, pero no se, no me he puesto a ello, y eso que tiene uno de los mejores eslóganes del mundo, ese “Porque yo lo valgo” es grande. Y quizá hoy estaban más oscuros que ayer porque me quedé viendo hasta las tantas Casino, que me recordó mucho a Uno de los nuestros y a Malas Calles. Ésta última tiene una frase muy parecida a la del rey de la cosmética, pero a lo bizarro: “Sabes lo que dice la reina?... Si tuviera pelotas sería el Rey”. Al lado de estas dos joyas, la canción de Mecano “Sombra aquí y sombra allá” suena ridícula, y es lo que pasa con Ana Torroja (que no marrón), que cuanto más la sufrimos en la radio todos los días más nos parece una auténtica p…..!

Tuesday, February 07, 2006

Te amo, Lucky Strike

En 1916 se vendieron los primeros cigarrillos liados de la historia. Eran Lucky Strike sin filtro, en paquete blando y muchos más pequeño que los que venden ahora, en color verde oscuro. El paquete de Lucky siempre me ha parecido el más bonito de todos, a pesar de que Eleuve, lúcido inigualable, diga que son pitillos de moderno. Irving y yo, mitómanos empedernidos, nos hemos comprado la edición que han sacado recordando ese momento pionero. Hemos prometido que lo guardaríamos para un momento especial. Y puede que sea la curiosidad, puede que sea porque es un momento especial, pero me estoy fumando uno. Y está muy bueno, todo blanco él. Desde hace varios días me ronda una idea por la cabeza, que la vida de una persona se construye o se recuerda por la gente y las cosas a la que ha amado y ama. Una marca de tabaco, unos discos, una bebida, unos libros, una comida, unas pelis, los amigos que amas con locura adolescente, las personas de las que te enamoraste y con las que compartiste algunos meses o años de tu vida y también, sin duda alguna, por las personas de las que te enamoraste o las que amaste y con las que, por alguna razón que no puedes sintetizar, no compartiste todo lo que querías. Diferentes vías que confluyen en el humo de este pitillo mítico que acompaña a una de las frases que me han dado la vida hoy. Lo dijo Allen Ginsberg, cuando vio las galeradas de “En el camino”, de Kerouac: “¡Dios mío, es como Rashomon: todo el mundo miente y sin embargo resplandece la verdad!”. Cigarettes It’s toasted, crema crema.

Monday, February 06, 2006

Viva el kalimotxo

El parque de atracciones está cerrado los sábados a las 9.30 de la mañana. La lógica lo dice, y también lo decimos Jill y yo. Nos dimos el madrugón para hacer un examen de una beca (de esas que te dan pasta por irte solo a currar a Brasil, México, Sanghai y así), sin antes cerciorarnos de que el sitio de la prueba en cuestión era el que pensábamos que sería. No lo era. Decepción y subidón posterior, había ganas de entrar al pasaje del terror, pero la realidad se impuso. El suelo de la Casa de Campo estaba tan helado como nuestros corazones al ver los horarios de apertura de ese lugar de recreo en decadencia (abren a las 12, por si alguna vez se os ocurre al salir del after). El despropósito ya acechaba el día anterior, cuando tuve que ir a cubrir la presentación de una asociación de empresarios forraos a la embajada británica, donde estaban todos poniéndose pifos a canapés y tratando de pelotearse para hacer negocio. “Qué hace tu empresa?”, “Nosotros nos centramos básicamente en…” “Interesante, podríamos colaborar (puag de palabra), te voy a dar mi tarjeta”, y todo en ese plan. Yo no suelo llevar chapas, pero justo esta semana (grace mile a los que me las regalaron) llevaba dos en el bolso, ahí bien visibles: “I love Pata” (el mejor bar del mundo) y “Hazte camarera” (temazo donde los haya). Y parecían verdaderos radares para las miradas perdidas de los trajeados, me daba corte y todo. La salvación llegó en forma de taxi, que me pillé en Alonso y al que tuve que perseguir para que parara. Un tío con coletilla manola rizada al viento, que me pidió perdón por no “pisparse”, me llamó “tronca” y cantó todo el camino los temas de uno de los mejores discos de Extremoduro: “Me gustaría mucho más, que te lavaras la cara, sólo las mañanas que te diera la gana”.

Thursday, February 02, 2006

Gracias al vídeo

Segunda intentona fallida de ir al cine a ver Crash, esta vez impedida por problemas logísticos (no tenía coche y vivo en el culo del country). Y menos mal, porque descubrí un peliculón de los que no están en cartel. Revolviendo en los VHS del baúl de los recuerdos de mi vieji encontré Perros de Paja. Creo que nunca había pensado tantas veces en una misma palabra viendo un filme: joder, joder, joder, qué bestia. Joder, qué maravilla.

Wednesday, February 01, 2006

Escucha y respira

Tachenko me ha salvado la vida. Esta mañana era día de sacar el abono, con colas interminables enfrente de la máquina que intermitentemente se ponía “Fuera de servicio”. Primer síntoma de mala hostia post-regreso a la ciudad. Pero lo peor aún estaba por llegar. 15 minutos parados en el metro, no en una parada, sino en medio de la nada. Los primeros cinco han sido más o menos tranquilos, hasta que me he fijado en la cara de un tipo trajeado, que cada vez se iba poniendo más nervioso. Un poco más rojo cada segundo, cada vez se aflojaba más la corbata. Como soy solidaria, me ha empezado a entrar agobio a mi también: fuera cazadora, miradas a la cabina del tren donde el conductor tocaba uno y mil botones. Y de repente zas, fuera luces, y un silencio de la hostia. Menos mal que me he acordado de que llevaba en el discman el EP de Tachenko. La primera canción, Amable, me ha hecho reír, con lo que mis pulmones se han abierto y he podido respirar sin pensar en caerme al suelo. Era escuchar “Hay testigos para quien quiera quedarse aquí, ¿por qué me tuvo que pasar a mí?” y mirar el careto agobiao de la gente y el mío propio en el espejo y empezar a verlo todo tan absurdo...Así que para cuando ha llegado la versión que hacen de Cuatro Rosas estaba más relajada que un yogui , y eso que aún estábamos recuperando la visión bajo tierra.

Ni es tan guapo ni es ¿tan malo?

Ayer tenía día de vacaciones y había pensado ir al cine a ver Crash. Pero me atacó uno de esos dolores de cabeza en los que parece que tienes el cogote de cristal y que con un golpecito que te des con el cojín va a romperse en pedacitos. Así que me quedé tirada en el sofá viendo un dvd raro que encontré por ahí, de Terrence Malik. Días del cielo se llama la peli, visionado grato aunque actúe Richard Gere (que, por otro lado, es el actor que más me ha hecho llorar, en cuanto le veo el careto en Oficial y Caballero o en Pretty Woman ya me sobreviene el estúpido llanto, creo que es una enfermedad que adquirí en la adolescencia y que no traté a tiempo). La peli en cuestión tiene un argumento la mar de simple, triángulo amoroso casi siempre efectivo, pero luego tiene unos planos la mar de extraños, y al final resulta que los que parecen más buenos son los más hijos de puta, algo a alabar por lo que conlleva de sorpresa. Vamos, que no me curó la migraña ni nada, pero llenó un poco el vacío de un día libre poco aprovechado. Eso sí, o soy una insensible o el filme es mejor que las otras dos machadas de Gere, porque no solté ni una lagrimita.