Sunday, February 21, 2010

Un buen día

Hoy he visto a Lee Ranaldo haciendo dibujos en una pared con el mástil de una guitarra eléctrica color madera, y cada trazo era una distorsión acompañada de sonidos de campanas cada vez que le daba un golpe a la parte trasera de la guitarra con una baqueta de batería. Durante una hora he estado como flipada, era como lo que decía el otro día el protagonista de la peli 9 Songs sobre la Antártida: que es agorabofia y claustrofia a la vez. Lo caótico del ruido te hacía encogerte y pensar "me piro que me quedo más sorda que una tapia". Las melodías que aparecían un segundo y luego se iban te hacían querer seguir escuchando con toda tu atención el caos, y además estaba el hecho de que debido a la intesidad, si uno se levanta es posible que pierda el equilibiro y se meta una hostia. Antes, me he tomado un té chino en un restaurante chino lleno de cuadros y adornos chinos, con las sillas, las mesas y la barra rojas, y con la banda sonora de Kill Bill puesta muy bajita. Por un momento he creído que iban a aparecen los 88 Maníacos y he lamentado no haberme puesto el chándal.

Tuesday, February 16, 2010

No Wonder 3

Mi habitación ha desaparecido y ahora duermo en el salón, en el sofá cama que tenía mi abuela en su casa de su pueblo de Palencia. Está pegado a la pared del fondo, y tiene un estampado de flores granates la mar de chusco. Estoy sobada, probablemente soñando, y de repente un ruido y una luz me despiertan. Abro los ojos y veo que por el pequeño pasillo a la derecha de la puerta de entrada sale una luz que viene del baño. Me levanto, tropezándome con la mesilla, y cuando llego al baño veo a una de mis vecinas, una señora vieja, con cara muy redonda y muchas pecas y manchas en la cara, con ojos enormes de loca detrás de unas gafas de concha. Le digo que qué hace allí y ella me empuja para salir del baño, coge la puerta y se va. Me quedo petrificada por un momento, y luego compruebo que he dejado el pestillo abierto de la puerta de entrada, como suelo hacer cuando voy a comprar algo rápido a la esquina o bajo la basura al sótano. Vuelvo al baño y veo que la tipa se ha llevado la vara donde cuelgo las toallas. Esta mujer extraña es la hermana de mi vecina de al lado, y está como una chota. Muchas veces la oigo gritar en el pasillo cuando su hermana la va a sacar a dar una vuelta. Me voy a sobar y pasan unos días, hasta que otra noche me vuelvo a despertar y veo cómo la tipa está saliendo por la puerta, y otra vez la luz del baño encendida. Entro y veo que la tipa ha roto una especie de base de cerámica que sirve como suelo de la ducha, falta toda la esquina inferior izquierda. Compruebo que me he vuelto a dejar sin echar el pestillo. A la mañana siguiente voy a hablar con el casero y le cuentro que quiero dejar la casa, y él no lo entiende bien ni se lo toma con mucha deportividad. Quedo con unos colegas y les cuento que tengo que buscar otro sitio, y les expongo la razón. Uno de ellos se viene conmigo a casa y comprobamos que esta vez no hay váter en el baño. No es que lo hayan arrancado y quede el agujero, es que no está allí, directamente, sólo hay suelo, un vacío enorme en el suelo. A continuación, mi habitación ha vuelto, estoy durmiendo inquieta en mi cama enorme con mi confortable edredón y lucho por despertarme de un sueño pesadilla en el que mi vecina entra en mi casa por las noches, en el que mi baño desaparece cada vez más y en el que tengo que buscarme otra casa. En la duermevela dudo de si es un sueño o estoy pensando en algo que es verdad y que me preocupa la hostia. Me levanto con la esperanza de que sea lo primero y acojonada voy al baño y veo que está ahí, que está todo. Bien, era una pesadilla. Pero me doy cuenta de que es blanco, todo blanco, y diferente, muy diferente, y de repente todo desaparece y sólo es un cuarto blanco, sin nada.
Éste es el primer sueño que he tenido íntegramente en inglés, o por lo menos el primero que recuerdo. Me he acordado de él hace tres minutos, a ráfagas de sueño dentro del sueño dentro del sueño. Y no, no voy a imaginar qué es lo que pasa o lo que significa. Esto sí que es un No Wonder como una casa.

Saturday, February 13, 2010

No Wonder 2

- Ponerse a bailar con una tipa mucho más metro y medio que tú, con una cara de asiática que te mueres y que se mueve como una peonza y que en vez de contarte movidas de Kioto como tú esperas que haga te diga: yo hablo un poco de español, porque soy puertoriqueña, del Bronx.
- Pillar un taxi y que el taxista conozca Algeciras porque un vez viajó allí desde Alemania, de camino a su tierra natal que dejó hace más de 15 años: Marruecos. Que cuando te explica por qué él cree que "New York is the best" de repente frene el coche en seco para ver mejor un pedazo de accidente: un choche enorme empotrado en el escaparate de Tyffany & Co.

Friday, February 12, 2010

No Wonder

Cosas curiosas que es mejor ver pasar, y no pararte a pensar mucho, porque así mola más.
- Ir a la lavandería y mientras esperas a que acabe la secadora echar un vistazo a las revistas que tienen por allí. Hoy solo había una, de material de "oficina" para bancos y casas de apuestas y póker. Miles de artilugios para contar pasta, guardar billletazos de 500 dólares, o esconderlos en riñoneras de tallas McDonalds. El testimonio de un cliente me ha dejado KO: Un ex-agente secreto con gafas de sol y peluca explicando las bondades de un boli con escáner incorporado para descubrir si te están tangando con billetes falsos.
- Ver un peliculón de mafia irlandesa neoyorkina en Hell's Kitchen, State of Grace, que tuvo la mala suerte de estrenarse el mismo año que Godfellas y El Padrino III. Darme cuenta de que ese barrio es el único en el que he visto a una tipa paseando en sujetador tan tranquila por la calle, y no, no era Amy Winehouse. Percatarme de que el bar donde salen todo el rato tomándose Guiness y pegándose de hostias y tiros es uno en el que estuve el finde pasado tomando pintas.

Tuesday, February 02, 2010

Graham is made of Gold

Irving dijo un día que le caía bien Graham Coxon. Así que inmediatamente me fui a escuchar el disco que me metió él mismo en el iPod cuando vino a Nueva York. Brutal. Y sí, a mí también me cae de puta madre. Pero quizá lo que más me ha emocionado ha sido cómo molan los títulos de las canciones, porque es una obsesión que tengo últimamente. En la música, a mí me parece importante todo, en el sentido de que me mola que haya coherencia. Si en otros ámbitos de la vida me la pela bastante, en la música me mola muchísimo sentir que el artista ha querido decir algo con su disco, aunque ese algo sea exactamente que deliberadamente no ha querido decir nada, o aunque yo no pille exactamente qué ha querido decir. Pero si la pulsión se siente, en cualquiera de los infinitos casos, me mola. Y si encima es certero, y uno tiene la suerte de incorporarlo a su momento vital, normal que nos entren ganas de bailar o que nos creamos en un vídeo musical cuando vamos con los cascos por la calle.
Título del disco
Love Travels at Illegal Speeds - Certero a muerte
Títulos de canciones
Don't Let your Man Know - o Remordimientos de El Fuego Amigo de Chinarro
I Don't Wanna Go Out - o lo contrario al Take me Out the Fran Ferndinand
Don't Believe Anything I Said - o gran frase que cerró una discusión sobre vandalismo en el Festimad hace años en el country.
Tell It Like it Is - Aparte de un temazo bestial bestial, cómo decir cosas bonitas sobre la ausencia y el desengaño dejándose de polladas.
You Always Let me Down - reverso punk y cachondo del bonito y llorón Never Let me Down Again de Depeche Mode, y no se, me hace mucha gracia.