Tuesday, April 21, 2009

Cosas que he amado hoy

- Que la previsión del tiempo diga que iba a caer una gran tormenta y en su lugar haga un precioso día de primavera
- Que la brisa y la bruma te recuerden que estás en una isla, enorme y de asfalto, pero isla al fin y al cabo
- El increíble culo de una africana paseando por la sexta avenida enfundada en una falda negra ajustada e impasible a las miradas de tíos de toda raza y color que se vuelven a mirar lo que parece el centro de la tierra
- Las entradas para ver documentales en el festival de Tribeca
- Que te renueven la beca para estar en la isla el segundo año, aunque te den un poco menos de pasta
- Encontrar por fin filtros finos y buenos para el tabaco de liar
- Craig Fergusson
- Los yogures que saben a petit suisse, a falta de petit suisse o filetes de ternera buenos, que según el anuncio son la misma cosa
- Sevilla
- Un tipo pidiendo en la calle y cantando Otis Reding
- Los dos travestis que he visto en el metro, sus zapatos y su charleta en spanglish sobre los libros de Henry Miller
- Henry Miller
- El sueño que me está entrando

Friday, April 17, 2009

Esto no es una salida

Mi brother y yo, representando el country, en la entrada al parque desde Harlem, ey men

A los que somos de carácter nervioso (nervioso es una palabra que si la repites mucho llega a un punto odioso insoportable) los cambios de las estaciones nos dejan un poco tocaos. No es solo que la primavera la sangre altera, es que todo da vueltas un poco y te mareas. Pero alguna salida encuentra uno. Creo recordar que muchos de los turcios más brillantes me los he pillado al principio de la primavera, saliendo del curro con esa mezcla de ataxia primaveral y ganas de quemarlo todo, a saco. Uno empieza despotricando a muerte y a la quinta birra vuelve a ser uno mismo de nuevo, pero en primavera, y quiere estar en la calle, y hablar con la gente y gritar a sus colegas que les quiere un huevo. Retrocediendo varios años atrás en mi carrera vital, este principio de primavera me toca estudiar, y se me junta el mareo con el ansia universitaria de vivir en el césped de un parque. La salida de hoy ha sido el parque, Central Park, y un atarceder absolutamente bestial en el lago, apagándose el sol y encendiéndose las luces de los rascacielos. Pero no creo que deje pasar más de un día sin la salida con mayúsculas, así que mañana toca birras y que arda troya.