Te amo, Lucky Strike
En 1916 se vendieron los primeros cigarrillos liados de la historia. Eran Lucky Strike sin filtro, en paquete blando y muchos más pequeño que los que venden ahora, en color verde oscuro. El paquete de Lucky siempre me ha parecido el más bonito de todos, a pesar de que Eleuve, lúcido inigualable, diga que son pitillos de moderno. Irving y yo, mitómanos empedernidos, nos hemos comprado la edición que han sacado recordando ese momento pionero. Hemos prometido que lo guardaríamos para un momento especial. Y puede que sea la curiosidad, puede que sea porque es un momento especial, pero me estoy fumando uno. Y está muy bueno, todo blanco él. Desde hace varios días me ronda una idea por la cabeza, que la vida de una persona se construye o se recuerda por la gente y las cosas a la que ha amado y ama. Una marca de tabaco, unos discos, una bebida, unos libros, una comida, unas pelis, los amigos que amas con locura adolescente, las personas de las que te enamoraste y con las que compartiste algunos meses o años de tu vida y también, sin duda alguna, por las personas de las que te enamoraste o las que amaste y con las que, por alguna razón que no puedes sintetizar, no compartiste todo lo que querías. Diferentes vías que confluyen en el humo de este pitillo mítico que acompaña a una de las frases que me han dado la vida hoy. Lo dijo Allen Ginsberg, cuando vio las galeradas de “En el camino”, de Kerouac: “¡Dios mío, es como Rashomon: todo el mundo miente y sin embargo resplandece la verdad!”. Cigarettes It’s toasted, crema crema.
1 Comments:
Con el lío que ha habido últimamente con lo precios estuve un poco desconcertada, pero estoy de acuerdo, Chester no.
10:57 AM
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