Monday, July 28, 2008

Certezas: 8 pasos para conocer a Malkovich

Las cosas más importantes que me pasan últimamente son prosaicas y a la vez peliculeras. El rollo de buscar una casa en la que aterrizar los primeros días en una ciudad nueva te acaba poniendo en contacto con una amiga que está en Bolivia y otra que está en Méjico, de una amiga que está en Panamá, de una amiga que vive en Madrid y de una amiga country por excelencia, Leyla, corroborando en parte esa teoría tan buena suya de que todo el mundo está a 8 pasos de conocer a John Malkovich. Y aunque al final es un apartamento como otro cualquiera, uno mete en el Google las palabras Upper West Side y flipa con las fotos, porque las ha visto más veces que las del ayuntamiento de su pueblo. Esa mezcla de película y realidad con dólares de por medio te deja medio descolocada medio fumada, free drugs a muerte con el google oye. Pero estoy la mar de contenta, que con eso de que en Nueva York hay muchos puentes y los alquileres de los pisos por semanas son más altos que los rascacielos, ya estaba empezando a vivir en un mar de dudas. Hoy, West Side story, ole ole.

Friday, July 18, 2008

Por qué Los Planetas

Porque nunca me levantaría de la cama a las cuatro de la mañana con mis copas de country para explicar esto por otro grupo que no fueran ellos. Les hay mejores, seguro, pero no les hay iguales para mí. Desde el EP con Mi hermana pequeña, el increíble Super 8, el Pop más redondo del mundo, el bestial Una semana en el motor de un autobús y el resurgir torero a tope de La Leyenda del Espacio, todos me hacen temblar a muerte. Por este vídeo que es lo más cachondo y cojonudo, y porque escuchas el disco y flipas e intuyes, vas al concierto y flipas y lo sientes y te quedas sordo y escuchas otra vez el disco y flipas y todo aflora y entiendes cosas que te han pasado así, de repente, y vuelves a creer en la química. No se si es un mito lo de los conciertos chungos de Los Planetas, seguro que no y los ha habido a patadas, pero yo no estuve en ninguno, y en cambio presencié una prueba de sonido suya en el primer Viña Rock y ahí hubo más electricidad azul y más bestia cojonuda que en todos los demás Korn y polladas que venían después. Uno es sensible a cualquier cosa cuando tiene menos de 20 tacos, pero por aquel entonces había muchos grupos, y ninguno es todos mis countrygirlsandboys a la vez en una canción. Y luego está el hecho de que cada vez que oigo el final de She's a Rainbow de los Rolling, con esa distorsión de guitarra bestial, tarareo inmediatamente canciones de Los Planetas que empiezan igual. Qué coño, soy muy fan, son las 4 y 10 y llevo toda la noche intentando beber más wisky y acabando trincando copas de ron.

Wednesday, July 16, 2008

Tormenta de verano

Ayer en el jipi, garito por excelencia del verano country, hablaba con la doctora Jekyll y Miss Hyde de la vida de ir y venir, y de que estando ella en Brighton se metía en este blog a ver qué pasaba y últimamente no pasaba nada. Cierto. Como el agua y el aire que me han hecho volver a mirar alrededor en vez de al suelo, al cielo y al ordenador y cuaderno de apuntes con "la LISTA de cosas que DEBO hacer".
Ayer empezó, con un baño en la piscina en el que por primera vez sentí realmente el agua rodeándome y el sol tocándome. Estaba ahí ese verano que me pone como una moto de feliz. Por la noche, botellines y charleta, ya metiéndonos en harina. Y al día siguiente, la visita a la seguridad social en San Lorenzo de El Escorial para actualizar mi dirección, el pan de cada día. Rutina que al final ha sido la bomba lironda.
Hay canciones que me salvan en momentos de nieblas, como un acróbata sujeta a su compañero al terminar el salto mortal. Está "We float", de PJ Harvey, que repetí y repetí sin pausa en el camino al curro los últimos días de mi ya extinto trabajo. Y está "Old Man", de Neil Young, que me ha arrancado de cuajo el tedio de pensar todo el rato en la LISTA de cosas, y a partir de ahí he flipado a muerte conduciendo por las carreteras del country. Justo cuando ha empezado la canción he visto a un tipo de unos 60 años caminando por el arcén con unos pantalones cortos, sin camiseta, to moreno, con un gorro de paja y con dos bidones de gasolina, uno en cada mano, old man country boy a muerte.
Hacía como cuatro años que no iba a la seguridad social de San Lorenzo, pero mi coche iba solo, llevándome, y yo iba pensando en las muescas de esas carreteras, que señalan las veces que nos hemos perdido, que hemos ido a ver a un noviete, que hemos vuelto a 20 de unas fiestas patronales con tiro a la sidra. También me ha recordado lo muchísimo que odio el nuevo anuncio de BMW en el que un tipo rollo Ray Ban chungo hace como que declama un trozo del "On the road" de Kerouac. Pero dejo eso, que como dice Irving, me combustiono.
Con el Old Man en la cabeza, la cola para hacer papeles ha sido una anécdota, y lo fuerte ha sido descubrir como el Miranda Suizo, el café donde ponen los mejores chocolates con picatostes, en verano y por la mañana se parece un huevo a las terrazas de Scott Fitzgerald en "Suave es la noche". Y que el aire que hay en el patio del Monasterio hace como una pequeña corriente circular, retando a todo el solaco que cae recio sobre la piedra, y es frío y seco, y suave a la vez. Ahí, buscando el coche en el parking al lado del edificio con más monjes de todo Madrid, ya estaba del todo en casa, y la lista seguía siendo importante pero también era otra cosa más, no LA LISTA.
La vuelta por Galapagar, y la media hora que he perdido intentando salir del pueblo más endiabladamente mal señalizado del mundo, me lo han corroborado. Un clásico básico, casi casi hasta entrañable.
Agua y aire los hay en todos lados, y es posible que para estar en casa sólo haga falta verlos.

Sunday, July 06, 2008

Hot, hot, hot!

Definitivamente dejé la ciudad para venirme al country, también por tiempo determinado que espero se haga largo y cálido, como el verano. Arañazos, dolores de piernas y riñones, ataques de alergía sin fin protestando por el polvo que se levanta cuando mueves cosas que llevan mucho tiempo quietas y sin que las hagas caso ... después de todo eso, el aire aquí huele mejor que nunca y compensa bastante bien la especie de morriña suave (como dice Leyla que dice el anuncio, sólo se siente morriña de verdad si has estado en Galicia) que siento al mirar por la ventana y no sentir el calor, el aire parado como en un suspiro y las Torres Blancas enfrente aguantando el tirón. Aquí toca cazadora por la noche en la terraza de nuestro colega el jipi, y siestas de ventilador a baja potencia. Varios countrygirlsandboys en paro y con mes y medio por delante para no hacer nada promete, y al final el tiempo será cojonudo y se pasará volando, voy y vengo.