
En mi sector de currele a una casta bastante odiada y bastante bien identificada, llamada canaperos. Son los tipos y tipas, normalmente entrados en años, que vete tú a saber cómo se informan de las ruedas de prensa y eventos varios y se pasan por allí con el loable objetivo de tomar canapés y pillar el regalito que se suele dar a los periodistas. Después de unos cuantos saraos la mar de coñazo, uno acaba reconociéndoles casi sin verles. Demasiado bien vestido para la ocasión, del palo Massiel con abrigos en dorado y labios rojo pasión, y del palo Julito Iglesias en el yate, con pantalones hueso, chaqueta azul y pañuelo estampado al cuello. Y con inmediata y quizá muy obvia declaración de intenciones: "Vengo al evento y soy periodista, ¿el regalito lo dais ahora o al final?"
Normalmente no mola que se te cuelen, porque luego te dice que quién es ese, que se lleva dos bolsas, que acosa al camarero. Pero si no te tomas muy en serio este curro, resulta de lo más gracioso. Gente que tiene tanto tiempo libre que se dedica a ir de sarao en sarao tomando el aperitivo por la face y que se pone como una moto si estiman que el presente que se les otorga tiene un valor menor a los 20€. Hecha la ley, hecha la trampa: Tanto rollo de quedar bien con el plumilla y, dejando la moral a un lado, dar a la gente cosas por hacer su curro. Al final siempre hay un listo, y estos tipos se las saben todas. Canaperos rules!