Wednesday, February 11, 2009

Ear Inn, in vino veritas

El Ear Inn hace años (creo) Ahora está igual.

Ayer estaba esperando, con decenas de personas, el ascensor para subir a la sala de ordenadores de la uni. Cuando se abrieron las puertas salió un tropel de personas a la vez mientras los demás intentábamos entrar antes de que se cerrasen de nuevo. En un cruce de ojos fugaz reconocí entre el gentío que escapaba del cubículo a una mujer de unos 60 tacos, con labios de silicona y chaqueta moderna de cuero, con mirada perdida y cuerpo echado hacia delante. Parecía una zanahoria.
Rebobinemos un poco ahora.
El domingo bajé al Soho porque había una cena de becarios españoles en un restaurante español. La excusa es que hacía gracia porque íbamos a despedir a la única americana del grupo, que se pira a Brasil. Bueno, estuvo bien, pero de español nada, que todos los camareros eran mejicanos, y de flamenco nada, que después de tres horas escuchando salsa sentados algunos empezábamos a crispar los dedos. El caso es que al lado había un bar con una placa donde ponía que en ese piso había vivido James Brown. No el artista, un emprendedor negro de principios del siglo 20. Luego el lugar había sido un speakeasy para el bebercio ilegal durante la prohibición. Todo esto está al lado del río Hudson, donde aterrizan los aviones y desde el que se ve New Yersey, la mítica noria de las películas y la no menos mítica y pequeña estatua de la libertad.
Al grano, en el bar había como 8 tíos sentados entre la gente tocando jazz a muerte en plan jam, con contrabajo, trompeta, saxo, guitarra, trompetilla pequeña, no se, muchos más instrumentos que no se nombrar. Y eran cojonudos. Cuando acabó nos quedamos tres españoles con otros seis o siete personajes yankys del bar incluido el barman, que llevaba bastante pedo, como todos. Todo el mundo hablaba con todo el mundo y había una señora con labios de silicona de unos 60 tacos que me decía que el tipo pequeño que tenía detrás le estaba tirando los tejos toda la noche pero que ella le había dicho claramente que ella tenía una zanahoria y que hasta pasada la 1 de la mañana él no se la iba a comer. Y luego me contó que era profesora de arte y moda en mi universidad. Y era verdad.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Hola Marta, soy Gema. Tu hermano me habló de tu blog una vez y a veces entro a ver qué te cuentas. Me ha hecho mucha ilusión la foto de este post, porque la última vez que estuve en NY fuimos a cenar a In Vino Veritas con Pau. Me alegro de que te vaya tan bien. Muchos besos.

3:58 AM

 

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