Tuesday, January 20, 2009

Regreso al polo

Cuando bajé del avión y tuve que pagar tres dólares por un carrito para llevar las maletas ya empecé a notarlo. Luego paseando, que no corriendo, con el carrito hacia la salida previo control de equipaje un tipo muy trajeado pasa rozando a dos tipos indios que van charlando y les dice a grito pelao pero muy rápido: "Dejad libre la salida!". El tipo me mira como para obtener aprobación, pero qué quieres que te diga, yo no soy una new yorker, así que con mi jet lag le saco la lengua, el tipo se pira sin inmutarse y los indios se echan unas sonrisazas. Luego en la cola del taxi un tipa llena de energía a 6 grados bajo cero iba gritando tu detino y te daba un papel con lo que costaba, justamente, llegar a él - $80, porque de New Jersey a Queens hay una tirada que flipas: Uno recorre casi todo Manhattan, desde la parte alta oeste al Soho y Chinatown, y luego Brooklyn y luego Queens, y se va acostumbrando. Estaba todo nevado, exactamente igual que cuando me fui. Al llegar a casa un chaval mejicano me ayuda a llevar la caja de correos donde metí en Barajas todo mi exceso de equipaje. Y me encuentro con mi casero griego, Mr. Kormanin, que me dice que hay una nueva inquilina en el edificio que estudia en la New York University y que tiene ganas de conocerme. La haré una tortilla de patata y subiré a saludarla, para ser buena vecina, aunque no sean los 50 y no vivamos en Memphis. Seguro que aquí no está escondido Elvis, pero lo primero que pensé al sentarme en el sofá después de deshacer las maletas sí que fue bastante rockandrollero: I know, is only New York but I like it.

1 Comments:

Blogger Unknown said...

Pues nada, ya nos irás contando qué tal con la vecina. A ver si es maja. Además, con la tortilla de patata seguro que la conquistas.

Bico

3:15 PM

 

Post a Comment

<< Home