Friday, December 12, 2008

Rrrrraaaroorrrr

Ayer estuve en la mejor clase de toda mi vida. Y por la noche soñé con la peor y más extraña.
Antaño, cuando iba a la Complu, las clases eran tan rollo que había que ir medio fumao, literalmente, para flipar con algo. El profe era el que decía las cosas y por lo general, con luminosas y bravas excepciones, se comportaba como si lo que decía fuera la palabra de dios, lo más importante que íbamos a escuchar en nuestra mediocres vidas. Una vez me puse a leer un libro, lo recuerdo perfectamente, El Extranjero, porque el tipo era tan tan tan coñazo y tan tan tan egocéntrico que no había quien aguantara su parrafada. Me echó para siempre de su clase.
Aquí se van al otro extremo. Uno lee cosas en su casa y luego va a clase a debatir, que les encanta. El profe es una especie de mediador y aunque digas la chorrada más grande del mundo, siempre responde con un "es interesante tu opinión..." Lo que me parece interesante es que en un lugar donde no paro de ver afirmaciones categóricas sobre las que parece que no está permitido dudar (Nueva York es la mejor ciudad del mundo, los trabajadores norteamericanos son los que trabajan más duro, aquí todo es posible, bla bla bla) en la universidad te animan a dudar hasta de tu padre, y todo el mundo lo hace y lo disfruta con toda naturalidad. En España, donde es común el disfrutar tirándose los trastos a la cabeza (sobre si somos vagos o no, una unidad o caminamos hacia la peligrosa federación, paella o cocido, bla bla bla), en la universidad las mejores ideas se cruzan en tu cabeza, en ocasiones alterada, mientras oyes el run run del discurso del profe. Eso sí, aquí el que quiere estudiar paga, y una fortuna, o le toca la loto como a mí y va de gratis. Y también es cierto que no hay cañas, donde he presenciado las discusiones y momentos más lúcidos, a ésas no las gana ni la uni ni hostias.
Ayer la peña explicó de qué iba su trabajo de fin de trimestre, y los demás preguntábamos, dábamos ideas o le dabámos una palmadita en la espalda si el tipo o tipa se lo había currado de puta madre. Y el día de la entrega hacemos una fiesta en casa de la profe (un cañón de tipa, en todos y cada uno de los sentidos) en Brooklyn. Raro, raro, raro.
Por la noche soñé que, a estas alturas, varias countrygirls que fuimos juntas al cole estábamos encerradas en una clase con uno de los profes más rectos y aseados, aunque buena gente eso sí, que haya tenido nunca nadie. El tipo veía un pelo en su mesa y con mucha calma y decisión se sacaba el pañuelo del bolsillo de la americana, cogía el pelo y se dirigía tranquilamente a la papelera a depositarlo allí, muy seriamente. Bueno, al grano, que soñé que nos daba un speech de la hostia sobre dios y la virgen, flipa, y luego se ponía a cantar canciones de navidad. Supongo que ya me estaba despertando cuando sobrevino el final del sueño, y mi parte consciente tuvo algo que ver en el mismo, pero era tal que así: De repente me entra una rabia que te cagas, me levanto y le grito al tipo que soy apóstata (proyecto pendiente cuando vuelva pal country) Raro, raro, raro

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Juasjuasjuas!!! El country te persigue hasta en los sueños!!
Tia, que bueno lo de los Queens, me he partido el culo con la Laura Pausini. A la tía le encanta rajar, eso ya te lo digo. Una compi la entrevistó y no dejaba de darle exclusivazas, pero como nos importaba una mierda, ahí se quedaron.
Y lo de los Cure. Yo tb digo siempre lo mismo, aunque eso, hace mil que no los escucho.
Qué ganas de que vengas ya por dox!
Oh-my-God, fiesta en casa profe cañón, crónica ya, CRÓNICA YA!
Muaaaaaaaaaas

2:33 PM

 
Anonymous Anonymous said...

ya tia, ya os contare, y encima va la mujer y nos dice que podemos llevar vino, uys uys uys, jajajaja.
El martes estoy alli, que facil que suena eh??? muaks!!!

2:38 PM

 

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