Tuesday, November 04, 2008

La noche que ganó Obama Nueva York era una fiesta

No estoy muy segura de que el único o el mejor orden que podamos tener sea el menos malo de todos, esto es, la democracia. Ni que el capitalismo, aunque no sea salvaje y sea keynesiano o socialdemócrata, sea lo único a lo que podamos aspirar. No se qué otra cosa puede ser mejor, pero sí pienso muchas veces en cuáles podrían ser las otras opciones, y persisto en la sinrazón, aunque me combustione en el proceso. Hoy, por las calles de Nueva York llenas de euforia, también había gente viviendo en la calle, la mayoría negra, que seguirá allí mañana y que seguramente no había votado.
Dicho esto, que no deja de darme vueltas en la cabeza, esta noche he sentido el poder de la gente, si eso es lo que es la democracia, en quizás la ciudad más abiertamente capitalista del mundo. Y era emocionante. En una ciudad como ésta, poder decir que uno no puede contar, por incontables e increíblemente abundantes, las veces que me han sonreído y felicitado por la calle, es emocionante. En Union Square, la multitud festejaba el haberse librado de lo realmente malo, con gritos locos de "No more Bush", y el haber conseguido el cambio, con el "yes, we did". La peña corría por las calles, chillaba y respondía con más gritos, chocaba los cinco con desconocidos y lloraban. Hablando con ellos estaban realmente contentos de haber decidido. En política es importante cómo los tipos dicen las cosas, y en eso Obama es un crack, para bien o para mal. Pero, aunque cada vez parezca que menos, es mucho más importante qué cosas dicen, carisma o no aparte. Y este tipo, un presidente negro en un país en el que una de las ciudades más progres que hay, Nueva York, tiene guetos alucinantes, mogollón de negros y menos parejas de distinta raza que Londres, de largo, este tipo dice cosas nuevas: Además de decirle a la gente que puede, y que puede tener esperanza, dice que no hay que vivir con miedo, que ya vale del miedo, y eso, incluso aunque no hubieran existido estos ocho años de eje de mal y mierda a puñados, es para celebrarlo. Un tío decía que era como si se hubiera quitado un saco de mierda de encima, y su colega respondía que además estaba muy contento con el nuevo saco que llevaba a la espalda. Es algo raro que se den los dos fenómenos a la vez. Pero quizá lo que más molaba observar era el momento en el que la gente dejaba de gritar y descansaba un ratito, y entonces descubrías pequeños gestos contenidos, individuales, personales, bastante más guapos que la locura general. Un puño cerrado y temblando durante un segundo, una furtiva mirada al cielo, un breve y hondo suspiro como para coger aire, un beso escondido y ardiente de una pareja flipándolo con el momento. La democracia es así, unos ganan y otros pierden, y supongo que la gente en Texas estaba sobando hace horas con sobredosis de Orfidal para paliar el cabreo, pero Nueva York era una auténtica fiesta.

3 Comments:

Blogger Unknown said...

Joder! vaya envidia! tiene que ser una movida... nos has transportado a la gran noche de Obama por unos instantes...

Un beso

1:49 PM

 
Anonymous Anonymous said...

muy guapa la crónica marti. yo creo que la chica obama del youtube tb tiene su mérito je je

2:22 PM

 
Anonymous Anonymous said...

cuál es la chica obama? hace la hostia que no entro en Youtube! voy a meterme a ver algo de muchachada o del Quintero, que da subidón
besotes!

7:21 AM

 

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