Wednesday, October 10, 2007

No me reconozco

En un estado de agitación continua y con un carrusel dentro, el que supone alcanzar la gloria cuando ves que sabes hallar la desviación típica de una distribución y al momento morder el polvo cuando compruebas que has olvidado cómo sumar fracciones. Mi estado de ánimo, que reprimo todo lo que puedo hasta el punto de que creo que voy a aprender a andar al revés como los cangrejos de la concha que me está saliendo, es cambiante y hoy oscila entre el contento que me produce comenzar un larguísimo fin de semana y la auto-compasión por no poder desfasarlo entero. Y otra cosa, con tanta interiorización, he descubierto cosas de mí que me aterran, a saber, el pánico musical, peor que cualquier pánico en el túnel.
Las canciones que me gustan, esas que no tengo pero que a veces me sorprendo tarareando pelín o muy emocionada cuando suenan en la radio del curro o cuando las escucho en algún bar.
De menor a mayor dolor en el reconocimiento del disfrute
1. Soy yo, de Marta Sánchez. Esta creo que no queda tan mal
2. Sevilla, de Miguel Bosé. Creo que ya conté que me ha llevado en más de una ocasión a los límites del llanto. Pues eso.
3. Ave María, de Bisbal. Aaaaaaaaaaahhhhhhh!!! ay ay ay ay
4. Sultan of Swing, de Dire Straits. La infancia debería queda atrás pero no lo hace.
5. El hombre del piano, versión de... (harakiri es poco para describir lo que siento con esta confesión) Ana Belén, diossssss.
Podría aducir varias razones en mi defensa, que la primigenia versión de Billy Joel es brutal, que el vídeo se sale, que la letra en inglés es bestial, pero no, con la española también me emociono, no hay excusas que valgan.
Aunque cueste levantar el ánimo después de este despropósito, el puente está ahí para disfrute de todos los mortales, con vergüenza o sin ella. Dado que sólo voy a salir un día, el sábado cumpleañero countrygirl, voy a quitarme los estresses y los traumas musicales cumpliendo a rajatabla un designio muy nuestro, pasando de reconocerme y dejando salir al monstruo a pasear para que campe a sus anchas all the nigth long.

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