Jaaaaallllllllll

He empezado a usar bolsas de basura de esas negras enormes dejando de lado las del Día y hoy bajando al cuartito de los cubos de mi bloque en el montacargas más viejo que la pana y más lento que el caballo del malo, me han parecido la mar de cinematográficas. Esas bolsas donde un tipo esconde el cuerpo de su mujer cortada en trocitos o donde una tipa tira la ropa de su marido asesinado, como las que salen en La Ventana Indiscreta o Misterioso Asesinato en Manhattan y, si me equivoco y no salen deberían hacerlo.
Meg Ryan debe de tener un cheque de millones de dólares en su banco, el que le habrán dado los ejecutivos de alguna productora de Hollywood para hacer una película romántica con este argumento pero cambiando el final.
Leyendo un periódico atrasado he visto que este hombre, que ha dedicado toda su vida a los zombies, dice cosas interesantes:
"En mi nueva película me río de todo eso (nuevas películas de miedo en las que los zombies corren a toda velocidad). Mis muertos vivientes no corren, porque si estás muerto y te pones a correr lo más probable es que te fractures una pierna. No creo que la velocidad los haga más terroríficos."
"Ahora todo el mundo piensa que no sólo tiene el derecho, sino el privilegio y el deber de comentarlo todo. Y eso hace que, por ejemplo, algún lunático de Kansas City cuelgue sus sandeces en la Red y tenga 100.000 personas que lo sigan. La opinión ya no se reduce a la esfera íntima sino que se proyecta a escala global. Todo nos lleva, de nuevo, a una suerte de estructura tribal."
"Lo primero que tenemos que preguntarnos es: ¿qué es lo que hace válida una opinión? Es fácil mentir y que mucha gente te siga. Normalmente, en la Red, uno predica a los conversos. No creo que la mayoría de la gente esté capacitada para manejar tanta información. El público quiere saber si algo es blanco o negro, no suele ser receptivo a los matices y, por eso, tiende a seguir a cualquiera. La CNN lo fomenta: si hay una inundación, invita a los espectadores a que salgan con sus cámaras domésticas como reporteros. La gente se obsesiona y quiere formar parte de ello. No es malo, pero sí puede ser peligroso."
Y... "Algún día habrá un zombi en Barrio Sésamo."