Es entrañable

Pero, y qué coño es eso del country? Con tantas aristas como un rubik, volviendo a casa esta noche he visualizado una de ellas de forma preclara. Conduciendo el coche en reserva, por calles eternamente en obras, he visto un buga que salía del puticlub detodalavida, el Olimpo, haciendo ruedas. Con el cd jodido, iba escuchando una emisora muy rara que premonitoriamente se llamaba Globo FM, y que después de poner un tema de la banda sonora de Vacaciones en el Mar ha pinchado la versión de Kurt Cobain de "The man who sold the world" de Bowie. Y al llegar al cruce de casa, he pasado de largo, con mis birras ingeridas y disfrutadas en un bar hace años fachorro y ahora reconvertido en garito de treinteañeros que fuman cachimbas. Una de las zonas que, de noche y en fin de semana, para mí definen mejor esa mezcla de aspiraciones y tedio que a veces resulta ser el country es justamente por donde he estado conduciendo esta noche, el Parque de la Coruña. Pisos que en los 60 eran lo más y chalets que fueron lo propio en los 90. Si ves un coche con la música a tope y sin tapacubos saltando los badenes de la zona a toda hostia un sábado a las 2 de la mañana, y has vivido la extraña e inclasificable "noche" del country, sabes que sus ocupantes andan en busca de algo que les anime a seguir partiendo la pana sin ningún lugar al que dirigirse, o ya lo han econtrado y les da igual dónde acabar. A esas horas y por esos lares pocos conducen despacio y casi nadie sabe a dónde ir. Y yo detrás, con el "Because the night" de Patty Smith y viendo una pareja cansadísima de volver a casa andando (los oriundos nunca cogen taxis) apoyados el uno en el otro, rendidos. Y a unos guardias civiles quitándoles los porros a unos chavalitos en una parada de bus medio destrozada. Con un leve matiz la magia rápidamente se diluye y desaparece. Cuando ha comenzado a sonar el "Bailar Pegados" de Sergio Dalma me ha dado el bajón místico, y he tirado para casa, a pinchar el globo.