Monday, August 20, 2007

Subfusiles

La fidelidad está infravalorada. En ocasiones, lo seguro, lo que sabes exactamente cómo es y qué es lo que te va a dar, y cuánto, y a qué sabe, proporciona una tranquilidad, una alegría, una paz y una satisfacción que sabe a gloria. Después de las vacaciones, de un día de trabajo la mar de aburrido, de una tarde intensa de pensar y de reflexionar y de estar sentada frente al ordenador mientras las horas vuelan, cocinar una cena se me presenta como un esfuerzo mental y creativo e incluso físico tan insondable como subir los 14 ocho miles. Así que pienso en llamar al chino, a ese que me gusta tanto y que no está lejos del barrio, que se convirtió en mi pareja de baile después de varios intentos fallidos con otros que o tardaban mucho, o se pasaban a saco con el aceite o simplemente eran de dudoso gusto. Tan contenta me encamino a la puerta de la nevera, donde está la publicidad del chino querido unida a un imán de telepizza. Pero no está, y todo se desmorona. Comienza la búsqueda, por cada cajón, en la bolsa de los papeles para reciclar, detrás de la nevera, en los extractos de la factura telefónica que, como no cuestan nada, no especifica las llamadas locales; en las páginas amarillas de Internet, en Google, y nada. A punto estaba de rendirme y ya miraba de reojo otras publis de otros, "los otros", cuando encuentro la Guía QDQ y entre la marabunta ahí está, Chino El Sol. Con alguna duda, ya que el nombre es bastante común en lo que a restaurantes chinos se refiere, llamo y escucho la misma voz rápida y casi inaudible de siempre, que a mi "Hola" responde: "Número de teléfono?" Eficacia sin fisuras, sin sorpresas ni fallos ni postureos. Arroz y chop suey de pollo, y el sonido del teléfono colgado al otro lado, despedida sin sentimentalismos, porque sabemos que nos volveremos a llamar pronto. Ha habido riesgo de infidelidad, pero no me vuelve a pasar, ahora el número del "Chino", así, sin más, único y genuino, está grabado en el móvil y en el teléfono de casa, y seremos felices y comeremos perdices.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Hostia, chino El Sol, como el del country, como el de Coru...
Yo aquí pido al Mandarin Express que está de pm, que lo sepas por si pasa otra vez, cosa que por lo que veo, no creo...

5:27 AM

 
Blogger tartaleta said...

igual es una cadena de chinos amorosos...aunque mola más el nombre del tuyo:)

12:45 PM

 

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