Dios salve a la reina

Ya es oficial, este año cambio el campo por la ciudad y paso la última noche del año en Londontown. 300€ queridos se han convertido en 190 exiguas libras esterlinas con el careto de Isabel, mientras bajo a toda prisa la peli de Helen Mirren para entender un poco más a los ingleses antes de irme. Mañana pasaré miedo de verdad en el avión, sí, los odio un poco y no me da nunca por beber wisky o champán para quedarme grogui y no enterarme de nada, aunque siempre hay una primera vez para todo. Como es una ciudad tan tan enorme, seguro que veo otra muy diferente a la que viví en aquél verano loco del 2000 y, por supuesto, no iré a ninguna rave a las afueras en la que el techo sude negro y el suelo esté lleno de puestos de ketamina viendo a dios. Una y no más santo tomás, esta vez toca por lo menos una vieja gloria como el Ministry of Sound. Good save the queen, agrrrrrrrrr!!!!