Ahora quiero ser crápula
El viernes pasado me tomé un café sentada en el parque de Plaza de España con los señores mayores y sus perros. Me despedí mentalmente de la primera universidad de mi lista, y espero última, que ha dicho "no" en mi aventura yanky. A otra cosa mariposa.
El sábado dormí cinco horas durante el día antes de irme a la piltra a las 12 de la noche, después de luchar contra la modorra e intentar ver en la tele, con anuncios, La caza del octubre rojo.
El domingo tomando cañas me reafirmé en mi idea de apostatar del catolicismo y que me borren de su lista, y de pasar totalmente de los juegos olímpicos de Pekín.
Y hoy sólo me apetece escuchar todas las canciones que tengo de Frank Sinatra.
Creo que a veces es mejor no buscar relaciones entre las cosas que le pasan a uno, y dejarse ir un poco, que esta semana es corta y tiene una pinta estupenda para ejercer el crapulismo.
3 Comments:
Tienes razón Marta, no hay nada mejor que no buscarle ralaciones a las cosas y tirarse una semana ejerciendo de crápula, con el encefalograma desconectado... y si no que se lo digan a las dos que se han ido por Andalucía... jeje ;))
5:51 AM
Cuenta conmigo. A crápula, ya sabes, no me gana nadie... muas!
9:31 AM
Bueno, bueno,... Pues habrá que apuntarse al plan. Yo que quería salir a la montaña, me tendré que emborrachar hasta caer redonda. Mañana la noche va a ser graaaaande.
Besín
2:59 PM
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