Wednesday, April 05, 2006

Vacío interior

Esta mañana he ido pegada a la puerta del metro de lo apretados que estábamos todos, como si fuéramos un vestido de la mujer sexy. Iba tan tan pegada que oía el viento que se cuela por la rendija de la puerta, un silbido fuerte que crispa los nervios. He llegado al curro con muy pocas ganas de trabajar y muchas de juntar los edificios de todas las empresas del mundo y volarlos por los aires. Pero como muchas veces cuando tienes una de cal, tienes una de arena, luego he tenido que ir a cubrir otra de esas ponencias chungas de empresarios que hablan para sí mismos, he vuelto al metro y ha ocurrido algo inaudito. He cogido un vagón en Ventas completamente vacío. Una sensación de paz como nunca he sentido en ningún transporte público. Hasta he descubierto una nueva pegatina de esas que ponen en los cristales, una que tiene una cámara que parece de cine pero que es para avisarte de que te están vigilando en los andenes. Pues a mí, durante una parada entera, no me ha visto nadie. No está nada mal para un día en el que me habría gustado ser invisible.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Ahí hablaste

4:24 AM

 
Blogger tartaleta said...

y comentaste! Salute

6:32 AM

 

Post a Comment

<< Home