La cuarta parte del mundo vive en un misterio

Buscando viajes peregrinos por el mundo en páginas de Internet muy complicadas (no llego a comprender los usos horarios ni las diferencias entre distintos secadores de pelo de hotel), he encontrado esta foto de Sanghai, de una boda de esas que hacen los chinos en barcos en los ríos o lo que sea que es este agua tan nocturna que se ve en la instantánea. Si os fijáis, la niebla o contaminación o lo que sea que es ese ambiente un poco fantasmagórico que se ve recuerda taco a Blade Runner, y la verdad es que ir allí debe ser un poco como entrar de repente en una película en la que tú eres el voyeur. Me encantaría llegarme hasta allá y encontrar un chaval pequeño y travierso como guía, tipo el de Golpe en la Pekeña China, o el de Indiana Jones,. Si alguna vez consigo comer fideos chinos auténticos con palillos en uno de estos barcos, me acordaré fijo del juego de mesa que hacía furor en mi niñez, y que creo aún conservo, Misterios de Pekín.