Conferencias, siempre conferencias
Desde pequeña me encantan las comedias de los 50 y los 60, ésas en las que hay mucho enredo entre chico-chica, vestidos entallados y trajes de chaqueta, incluso alguno hay que se arranca a interpretar un número musical. Ésas en las que en cuanto se conocen los dos personajes ya sabes que acabarán juntos, pero en las que durante casi dos horas sufres como un loco porque cada vez se lía más todo, salen peor las cosas, hay más malentendidos y temes que alguno de los dos, o los dos, se den a la bebida y olviden la frase del guión “¿Dónde está el bourbon?”. En las de blanco y negro no se hacía aún, pero en las de color comenzaron a utilizar miles de recursos locos, cortinillas imposibles, partir la pantalla en dos cuando hablan por teléfono. Yo creo que ahí yo ya apuntaba maneras porque eran ésas, las escenas con teléfono, unas de las que más me molaban. Ayer me acordé de esto cuando ví mi primera factura del móvil. 74 euros en un mes, y sí, lo pongo aquí para que el que quiera me critique, me fustigue e incluso me insulte, necesito una buena lección anticonsumista y una radiografía que saque a la luz las malignas ondas electromagnéticas que deben rondar por mi cabeza.
3 Comments:
Me desanima usté amiga, el próximo mes tendré mi primera factura de telefonia móvil (hasta ahora he sido un costras-prepago)
Pero bueno yo tiendo a no llamar mucho y dejar las conversaciones no inmediatas para el tfno la empresa (un clásicazo)
6:52 AM
Ten cuidado, creo que ELLOS ponen algo en tu comida para no puedas parar de hablar y luego clavarte.
Utilizaré el clasicazo de gochear sin piedad al empleador a partir de ahora
9:07 AM
Los de las compañías telefónicas tío (eso quiero creeer, la culpa no se mía no?. Aunque preferiría que fuera Manolo de Astrud!
12:47 AM
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