Agggggg
Tengo un amigo que a punto de cumplir los 30 decidió que cambiaba El Resplandor por American Pie como película preferida, y parecía que lo decía en serio, aunque luego no era del todo verdad, solamente estaban igualadas. Yo ahora creo que voy a dejar de escuchar música rara y melancólica y me voy a poner a bajarme discos de Chenoa, El canto del loco, Pereza y todo ese rollo. Ya lo intuía cuando me gustaban a los 13, pero ahora lo he visto claro. La fórmula de los 40 Principales es terroríficamente infalible. Estamos todos de los nervios y nos quejamos mazo de que si repiten las canciones, de que si son todas malísimas, de que si dicen en las letras “quiero hacértelo muy lento” o "quiero ser ocupa de tu corazón" y esas cosas. Pero no cambiamos el dial.
Razones:
1. Odiar lo mismo une y el empresario lo sabe.
2. Si tuviéramos que elegir, nos pegaríamos de hostias fijo.
Conclusión: Marx no vive, pero seguro que nos dejaba cambiar el sujeto de su célebre “La religión es el opio del pueblo” si pudiera observar el fenónemo 40 en su plenitud.
1 Comments:
Perdidos, salidos y abducidos por Prisa, qué tiempos más modernos.
5:39 AM
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