Tuesday, July 18, 2006

Morado

El post de hoy iba a tratar de lo mucho que me gusta el western, me he puesto melancólica viendo un trozo de Horizontes Lejanos, que no es una de mis prefes, pero en la que sale el impasible James Stewart y el guapetón que anda con las caderas cansadas Rod Hudson. Me iba acordando de pelis del género o que se salen un poco de él y que me chiflan, como La leyenda de la ciudad sin nombre, donde todos están pedo y con la fiebre del oro y hasta hay un trío de dos hombres y una mujer, y eso que son macho men de filme de vaqueros. En medio de estas disgregaciones se me ha ocurrido la feliz idea de ir a cortarme el pelo a la pelu que tengo debajo de mi casa, y peor aún se me ha ocurrido pasar de L'Oreal y teñirme allí mismo de ese color castaño caoba que me echo desde los 15 años porque mi hermano se lo echó primero y le copié, y que hace que todo el mundo crea que soy medio pelirroja. Pues esta vez no ha sido exactamente el color amado el que ha resultado después de media hora de pasar frío con el potinque en la cabeza y de aguantar al dueño del "centro de estética integral" soltar la parrafada acerca de lo bueno que es el nuevo spa que ha colocado en la parte de abajo de la pelu para aliviar el estrés urbano (textual!). No, esta vez me han dejado el pelo con un color entre oscuro y morado con el que parezco:
1. Un poco la bruja avería
2. Un poco una anciana de esas que se tiñen las canas y les queda una cabellera morada brillante
3. Un poco una diputada del PSOE
AGGGGGGG, mira que siempre que voy a una peluquería luego lloro, razón por la cual una vez le dije a una colega que estudiaba para peluquera que me cortara el pelo, pero no me ahorré el disgusto porque antes nos fumamos un buen porro y nos dispersamos mucho. Cuando salgo de unos de esos centros de estética integral tengo ganas de quemarlos, razón por la cual el año pasado, antes de mis maravillosas vacaciones por el norte, me corté yo el pelo, pero no me ahorré el disgusto porque me vine arriba y acabé haciendóme una cresta abertzale sin querer, y ya se sabe que además en el norte el pelo se eriza mucho más...
Y hoy, haciendo caso a una lógica repentina y novedosa, me voy a a la pelu y salgo de una guisa parecida a Lucía Bosé. La solución, si puede haber alguna que no sea la desesperación o la violencia, está en imitar a Sinead o, bajo ningún concepto, salir de casa cuando se está viendo una del oeste.

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

aaaay tía, me parto!!! recuerda que un clavo quita a otro clavo. osea, que un tinte quita a otro tinte. La próxima vez llámame, que estaré encantada de pasar por todo eso contigo!!!! muuuuaaas!!!

4:25 AM

 
Blogger tartaleta said...

guay!, aunque no estaba sola, tenía a Rosa Díez al lado, echándose el mismo tinte, agggg

5:09 AM

 
Anonymous Anonymous said...

diosssssssssssssssss

6:50 AM

 

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