El hotel de los líos

Hay días que se definen con una sola palabra, que lo explica todo. Tedio, expectación, aturdimiento, lentitud, acelere, melancolía, impulso... El mío de hoy sería el día del lío, porque en casi todas las cosas que he emprendido o repetido me he hecho un lío, hasta el punto de que, de tanto liarme, hasta me ha dado miedo de tener pesadillas enredada en un ovillo de lana, como les pasa a los gatos. Me he levantado y he desayunado una hora antes, ha venido una compañera nueva al curro y creo que debe haber pensado o que estoy muy liada o que soy un lianta, hasta el punto de que mi jefe le ha aclarado que no soy así todo los días, que hoy me estaba liando no sabía muy bien por qué, y yo tampoco. Así que cuando he recibido una llamada un tanto áspera de periodista online de página web de juegos me he liado tanto que he acabado dándole la razón en todo y asitiendo a sus deseos de mandar todo a tomar por culo, textual y con todas las palabras, como la vida misma. Al final ha sido la mar de divertido, pero confuso y lioso. Me pasa que a veces, para comprender la palabra que domina mi día, la pongo en google y busco en imágenes, y muchas veces todo se aclara, como cuando ves un Picasso y luego lo vuelves a ver después de dos copas. Así que aquí os dejo esta foto, por si algún día os lías y os sirve de algo (he intentado hacer un fotomontaje con las mejores que he encontrado, pero vamos, que ya sabéis qué me ha pasado).