Monday, June 05, 2006

Rappel no tiene ni idea

El otro día me contó Jill que en el plató donde curra los productores llevaron a un animista para que quitara los malos rollos del lugar. Pensaban que estaba gafado porque había habido accidentes varios, familiares de los currantes se habían muerto a la vez y no les salía del todo bien la cosa. El tipo fue allí y andaba por las estancias haciendo movimientos circulares con los brazos lo que provocaba, según jura la administrativo, que temblara el suelo. Además, iba describiendo la actividad que se daba en cada despacho, que si en este sólo había gente de paso, que si en el otro pasaba mucho tiempo una sola persona... Lo que más me flipó es que el tío de repente se acercaba las manos a la boca como una ardilla y hablaba en bajito y con voz aguda porque se había encontrado la presencia de un duende y estaba parloteando con él. Yo paso de reírme o de pensar en serio en estas cosas, soy lo que se dice escéptica por precaución, por miedo y por vaguería. A Irving por ejemplo le molan mazo estas historias, y siempre dice que me va a poner un piso. Bueno, conversación asegurada hay fijo.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Joder, que bueno, me hubiera encantado estar ahí, qué fuerte!!!! Me has dado esperanza respecto a la existencia de duendes, qué guay!!

11:48 PM

 
Blogger tartaleta said...

claro que sí, duendecilla!!!

2:38 AM

 

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