Esperando la siesta
Leí el otro día que Esperanza Aguirre duerme 4 horas al día desde hace 15 años. Yo hoy he dormido justamente esas horas y me he levantado al borde del llanto. Entiendo a los que dicen que dormir es una pérdida de tiempo, como a los que prefieren levantarse temprano los fines de semana, pero no puedo compartir esos hábitos porque me asalta el llanto. Yo cuando duermo poco y tengo que trabajar al día siguiente, y más si he bebido el día anterior, me levanto con unas ganas enormes de llorar. Son días en los que no desayuno absolutamente nada, me tiro dos horas mirando el armario y escojo o lo más cutre que tengo o lo más molón. Y voy por la calle con unas ganas de llorar tremendas, y siempre hay alguna persona que se da cuenta de que, además, inconscientemente hago un ruido como de ronroneo, como para consolarme a mí misma y me enternezco con tonterías como ver al portero que aún no se ha puesto el uniforme y lleva su conjunto de pantalones y camisa vaquera piteados. El caso es que, a pesar de tanto sufrimiento, no siento una admiración especial por las personas que son capaces de dormir sólo cuatro horas, al igual que tampoco me despiertan hambre mitómana y sí me abren el apetito las personas que son capaces de comerse sólo un par de patatas fritas. De hecho, la sensación de despertarse y que entre el sol de las tres de la tarde por la ventana y sentir, aún sabiendo que hace mucho que es de día, que todavía quedan un par de cabezaditas, para mí vale más que todos los paseos mañaneros del mundo.
2 Comments:
Cierto lo de tus ronroneos, ays, qué tierna!!! Normal, si es que desde que el mal se metió en su interior asumimos que Espe está hecha de otra pasta...
3:14 AM
jajja, asumimos entonces que no nació con el mal ya dentro?????es del planeta espe, meona como ella sola, pero me doy cuenta de que tengo cierta fijación con ella y que me estoy pareciendo a algún progre pesao catódico, tipo Wyoming, miedo miedo!
4:52 AM
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