Intermitencias
Me mudo a la ciudad, llevo varios días que soy una auténtica mula de carga y mi nueva madriguera no tiene aún teléfono ni Internet, por lo que, a no ser que pueda piratear la señal de algún vecino o el operador más barato que existe también sea el más rápido en colocar la línea, voy a tenerlo realmente jodido para subir entradas todos los días (en el curro tenemos a alguien con un caniche rubio por cabellera que suele echar algún que otro vistazo a la pantalla de nuestros ordenadores...). Después del momento pánico inicial, que hasta me indujo a cerrar el blog o cambiarle el título (por eso de que ya no vivo todos los días de dios en el country), me di cuenta que lo del pueblo se lleva dentro, el estigma ya está bien pero que bien interiorizado. Quizá ahora cuando vuelva al country los findes (o asustada por mis guisos desastrosos en busca de una buena tortilla de patata de mi madre querida) o hable de él, se note aún más la devoción desatada por uno de esos lugares que a veces me recuerdan a las pelis americanas en las que tipas buenorras y tipos rebeldes viven en un sitio en el que no pasa nada y superan su adolescencia jurando y perjurando que saldrán de allí, para acabar volviendo más tarde o más temprano. De momento, estoy encantada de descubrir cosas nuevas, como lo que significa tener portera, que se llame Paquita y se sepa casi de memoria los horarios de toda la comunidad de vecinos, así como los mejores productos de cada uno de los supermercados del barrio. Continuará...
2 Comments:
Deseando visitar tu nuevo hogar... y conocer a Paquita!!!!!! muacks!
5:09 AM
las cajas y tú os podéis hacer muy buenas amigas en mi morada, siempre que quieras!
2:44 AM
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